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La pasta es uno de los alimentos más consumidos y apreciados en todo el mundo, pero muchas personas no pueden disfrutarla por ser intolerantes o alérgicas al gluten. Por eso, la marca italiana Reggia ha creado la PASTA PENNE RIGATE NUTRI MIO ( GLUTEN FREE ) REGGIA 400GR, una pasta sin gluten que te ofrece todo el sabor y la calidad de la pasta tradicional.
¿Qué es la pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia?
La pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia es una pasta elaborada con harinas seleccionadas de maíz, arroz y quinoa, que le aportan un sabor delicado y un alto valor nutricional. Esta pasta tiene un corte tradicional en forma de tubo con estrías en el exterior, que se adhiere perfectamente a las salsas y permite que se impregnen de su sabor.
Esta pasta es apta para celíacos y para todas las personas que quieren reducir el consumo de gluten en su dieta. Además, es fácil de cocinar, ya que solo necesita 10 minutos de cocción en agua hirviendo con sal.
¿Qué beneficios tiene la pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia?
La pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia tiene muchos beneficios para tu salud y tu paladar. Algunos de ellos son:
Es rica en hidratos de carbono complejos, que te proporcionan energía de forma gradual y te ayudan a mantener el nivel de azúcar en sangre.
Es rica en proteínas vegetales, que contribuyen al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular.
Es rica en fibra alimentaria, que mejora tu tránsito intestinal, te ayuda a regular el colesterol y te aporta sensación de saciedad.
Es rica en vitaminas y minerales, como el hierro, el magnesio, el fósforo y el zinc, que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Es baja en grasas y no contiene colesterol ni lactosa, lo que la hace adecuada para personas con problemas cardiovasculares o digestivos.
¿Cómo se consume la pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia?
La pasta penne rigate nutri mio sin gluten reggia es una pasta muy versátil que se puede consumir de diferentes formas:
Con salsas tradicionales italianas, como la boloñesa, la carbonara, la amatriciana o la arrabbiata.
Con salsas cremosas a base de queso, nata o bechamel.
Con salsas ligeras a base de tomate, verduras, pesto o aceite de oliva.
Con ingredientes frescos y saludables, como atún, pollo, salmón, espinacas, champiñones o alcachofas.
Con queso rallado o parmesano por encima para darle un toque extra de sabor.
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